- Evitá darle mucha azúcar, sal o grasas saturadas.
- Ofrecele una variedad de alimentos para entrenar las papilas gustativas de tu hijo.
- Intentá darle de 2 a 3 porciones al día de leche y lácteos (o sustitutos de origen vegetal).
- Intentá darle de 5 a 7 porciones al día de frutas y verduras. Pueden ser frescas, congeladas, crudas, cocidas, enlatadas, en jugo o hasta secas.
- Intentá darle de 2 a 3 porciones al día de carne magra para niños pequeños, o bien pescado o proteínas de origen vegetal.
- Intentá darle de 3 a 4 porciones al día de carbohidratos ricos en almidón. Dale porciones pequeñas, porque los carbohidratos son muy sustanciosos.
- Recordá que las porciones para los niños pequeños son mucho más chicas que las porciones para adultos. Una porción de pan para un niño de uno o dos años es la mitad de una rodaja, y una porción e carne es de unos 30 gr, o un tercio de tu palma.
- Si ves que tu hijo se queda con hambre, dale más comida. Pero no llenes demasiado su plato al principio.
- Elegí grasas no saturadas de fuentes vegetales (por ejemplo, aceite de canola o de oliva), en vez de alimentos fritos en grasas trans o saturadas, como los nuggets de pollo o las papas fritas.
- Servile las cantidades y las texturas apropiadas, tené en cuenta que las zanahorias y las uvas enteras representan un riesgo de atragantamiento. Cortá las uvas por la mitad a lo largo, y cocé las zanahorias hasta que estén suaves y cortarlas en trozos pequeños.
- Las mentes y cuerpos en crecimiento gastan sus reservas rápidamente. Intentá que tu hijo coma 1 o 2 tentempiés saludables al día.
- Intentá darle de 6 a 8 bebidas al día. Lo mejor es darle agua y leche sin sabor añadido (o alternativas de origen vegetal como la leche de soja o de arroz). Evitá darle bebidas con azúcar y gaseosas.
- Algunas autoridades sanitarias recomiendan incorporar suplementos de vitamina D a los bebés y a los niños pequeños, ya que puede ser difícil que la obtengan solamente del sol y la dieta. Hablá con tu médico para que te asesore sobre este tema.
- Si tu hijo es quisquilloso para comer, leé nuestra lista sobre cómo ayudarlo.
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