¡Su desarrollo no se detiene!

…es como una esponja absorbiendo y aprendiendo todo lo que pasa a su alrededor.​

Muestra una personalidad más definida, su uso del lenguaje mejora día a día y aprende continuamente nuevas habilidades.​

Demuestra mayor interés social, hace amigos y a medida que su cerebro se desarrolla, también comienza a tomar sus primeras decisiones.​

…en esta etapa tu pequeño ya tiene desarrollado el 80% de su cerebro?​

Además le encanta hablar pudiendo decir hasta 900 palabras, y empiezan a decir sus primeras frases.​

Nutrientes como las vitaminas B1, B3, B6 y B9 favorecen la función cognitiva y agilidad mental en esta etapa de descubrimientos acompañando el viaje hacia la autonomía.​

...busca ser más independiente.

Lo que antes eran movimientos torpes de sus manos ahora están mejor controlados y refinados, y aunque ahora tiene mayor libertad para moverse, hay cosas que sigue aprendiendo a dominar como correr o saltar.

…en esta etapa tu pequeño ya tiene una microbiota muy similar a la de los adultos?​

La microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino y tiene una función clave para ayudar en una fácil digestión, el sistema inmunológico y hasta para nuestro estado de ánimo y comportamiento.

Llevar una alimentación saludable y variada rica en fibras es fundamental para mantener la salud. Los prebióticos (como la oligofructosa e inulina) son fibras  que sirven como alimento de las bacterias buenas del intestino, que tienen un efecto beneficioso sobre la digestión y las defensas.

...está poniendo a prueba las defensas naturales de su cuerpo.

Para él jugar significa experimentar y explorar. En un charco, un montón de tierra o debajo de la cama, él está en constante búsqueda de nuevas aventuras.

La infancia es un periodo crítico​ de desarrollo y maduración de las barreras de protección de los niños. Los pulmones, la piel y el intestino son tres órganos claves que proporcionan una defensa de primera línea contra los patógenos.​

Nutrientes como las vitaminas A, C, D, B6 B9 y B12 y los minerales como el hierro y el zinc pueden ayudar a reforzar el sistema inmunológico para ayudarlo a combatir agentes externos como virus y bacterias.​