Actividades para una mamá solitaria

• Salí a caminar

Esta es una de las cosas más simples que podés hacer con tu bebé, es gratis, y podés hacerlo cuando quieras y donde quieras. Ya sea ir al parque o al supermercado, te vas a sentir mucho mejor cuando te pegue el aire en la cara o cuando tengas una conversación adulta con la cajera. E incluso, si tenés suerte, el bebé se podría quedar dormido.

• Buscá en Internet un parque de juegos cerca de tu casa

Localizá un parque de juegos cerca de tu casa. Aunque tu hijo sea demasiado chico para los juegos, los parques son un lugar de encuentro para familias que están pasando por lo mismo que vos. Llevá cosas para hacer un picnic, observá a la gente, y mantenete atenta a cualquier posibilidad de amistad de nueva mamá o nuevo papá. Si te animás podés dar el primer paso y decir, ¡hola!

• Buscá un grupo de mamás para vos

Hay tantos grupos de madres y bebés diferentes dando vueltas: desde grupos de crianza en Facebook hasta reuniones cara a cara con cochecitos, y grupos de apoyo para mamás, sin duda, todos están llenos de otras mamás solitarias: el truco es encontrar tu tribu. Y una vez que la hayas encontrado, en lugar de sentarte sin hablar, ¿por qué no ser la primera en presentarse a las demás madres? La posibilidad de tener una conversación adulta después de tanto hablar con el bebe puede ser abrumadora, pero al menos tienen una cosa en común, y tal vez tengan mucho más. No lo vas a saber hasta que preguntes. 

• Sugerí un encuentro para jugar o tomar un café

¿Creés que conociste a otra madre u otro padre con el que conectaste, se ve tan cansado y despeinado como vos? Entonces da el primer paso e proponerles ir a tomar un café o a un lugar de juegos. Puede ser justo lo que vos y la otra mamá solitaria necesitan. Tan solo imaginalo, podrían pasar tiempo una en la casa de la otra, charlar sobre las idas y vueltas de la crianza, sin preocuparse por lo que llevan puesto o si lavaron los platos hoy. Hasta podrían compartir ideas de cosas para hacer con sus bebés.

• Andá al cine

La mayoría de los cines exhiben películas aptas para bebés por la tarde: mucho más atractivo que tus anteriores funciones favoritas de las 8 pm. Podés mantenerte al día con los últimos estrenos, dormir una siesta o llorar un poco junto con el bebé en la oscuridad, y nadie se dará cuenta.

• Probá el yoga para bebés

Después de estar encerrada en casa por lo que parece ser una eternidad, la oportunidad de estirarse junto con otras madres, cuyos cuerpos quizás tampoco sean los mismos después de dar a luz, es una bendición. Nadie va a juzgarte, probablemente tampoco haya calzas muy ajustadas y, ciertamente, nada de parados de cabeza en el yoga para bebés. No necesitás sentirte culpable por dedicarte un poco de tiempo “para vos” tampoco, ya que van a estimular y calmar al bebé en la misma sesión.

• Andá al gimnasio

Si más bien sos la reina del cardio, y extrañás tu antigua rutina de ejercicios, ¿por qué no consultar si tu gimnasio local tiene una guardería? Sudar un poco puede resultar excelente para tu salud mental y física, aunque sea solo media hora. Y tu hijo estará entretenido con actividades para bebés mientras vos no estás.

• Preguntá sobre la hora del cuento en la biblioteca

¿Estás aburrida de leer los mismos libros para bebés una y otra vez? Averiguá qué actividades para bebés ofrece tu biblioteca local: con cuentos y canciones, tu hijo podrá interactuar con otros niños, mientras vos disfrutas de un poco de silencio, y tal vez tengas la oportunidad de leer algo para vos.

• Visitá una galería de arte

¿Te acordás cuándo sabías antes sobre arte y otras cosas?... Sí, podés sentir que tu cerebro se convirtió en puré, pero tal vez, todo lo que necesitás es un poco de creatividad para reiniciar tu imaginación y sentido de vos misma. Andá cuando tu bebé sea pequeño, colocalo en el portabebés y disfrutá del arte con toda la calma del mundo. Y cuando crezca, buscá galerías para toda la familia con áreas interactivas y actividades para bebés, de forma que tu hijo pueda jugar y aprender.

• Pasá tiempo con tu familia

Es más que seguro que los miembros de tu familia, especialmente los abuelos, se pongan muy contentos cuando te acerques a ellos y les pidas que carguen al bebé un ratito mientras vos comés algo, vas al baño o cerrás tus ojos por un segundo. Cuando te pregunten cómo estás, no tengas miedo de decir que estás pasando por un momento difícil y que te sentís un poco triste. La crianza está llena de altibajos, y realmente puede ser de gran ayuda hablar sobre esto con tus seres queridos, que te darán un abrazo y te dirán que lo estás haciéndolo muy bien. Porque es la pura verdad. Leé nuestra lista sobre señales de tristeza post parto si estás preocupada por cómo te sentís.